Si tu caldera pierde presión de manera recurrente, es fundamental identificar el origen del problema y aplicar la solución adecuada. Una presión inestable puede afectar el rendimiento del sistema de calefacción y provocar averías más graves si no se atiende a tiempo.
Te explicamos las principales causas de la pérdida de presión en una caldera y cómo solucionarlas.
¿Por qué es importante mantener la presión de la caldera?
La presión en una caldera es clave para su correcto funcionamiento. El agua caliente circula por el sistema gracias a una bomba de circulación, que necesita una presión estable para garantizar el flujo adecuado.
Lo normal es que la caldera opere entre 1 y 2 bares de presión, aunque cada fabricante puede indicar valores específicos. Si la presión cae por debajo de 1 bar, el sistema puede fallar, lo que implica una menor eficiencia y posibles bloqueos de seguridad.
Si tu caldera pierde presión con frecuencia, es importante actuar cuanto antes para evitar daños mayores.
Causas más comunes de la pérdida de presión en la caldera
Existen varias razones por las que una caldera puede perder presión de forma continua. Algunas de las más habituales son:
1. Fugas en el circuito de calefacción
Las fugas de agua en las tuberías o radiadores pueden hacer que la presión de la caldera disminuya progresivamente. A veces, estas fugas son visibles en forma de goteo o manchas de humedad en el suelo o las paredes.
Solución:
- Inspecciona las tuberías y radiadores en busca de signos de humedad.
- Si detectas una fuga, ajústala con una llave inglesa o aplica una cinta de reparación temporal.
- Si el problema persiste, contacta con un profesional para sellar correctamente la fuga.
2. Válvula de vaciado mal cerrada
Si la válvula de vaciado del circuito de calefacción no está completamente cerrada, puede provocar una pérdida gradual de agua y, con ello, una bajada de presión.
Solución:
- Verifica que la válvula de vaciado está bien cerrada.
- Si presenta desgaste o goteo, es recomendable sustituirla.
3. Fugas internas en la caldera
A veces, el problema no está en las tuberías externas, sino en la propia caldera. Las fugas internas pueden deberse a un fallo en la válvula de seguridad, una junta deteriorada o una pieza defectuosa.
Solución:
- Para comprobarlo, cierra las llaves de ida y retorno de la calefacción y observa el manómetro durante unas horas.
- Si la presión sigue bajando, la fuga es interna y necesitarás asistencia técnica.
4. Radiadores mal purgados
El aire atrapado en los radiadores puede hacer que la presión de la caldera fluctúe. Esto ocurre porque el aire impide la correcta circulación del agua caliente, afectando el equilibrio del sistema.
Solución:
- Purgar los radiadores periódicamente ayuda a eliminar el aire acumulado.
- Para hacerlo, usa un destornillador para abrir la válvula de purga y deja salir el aire hasta que empiece a salir agua.
- Tras el purgado, verifica la presión de la caldera y ajústala si es necesario.
5. Fallos en la válvula de seguridad
Si la presión sube demasiado, la caldera activa su válvula de seguridad para liberar agua y evitar daños. Si esta válvula está defectuosa o se activa constantemente, la presión puede descender de forma continua.
Solución:
- Observa si hay agua goteando de la válvula de seguridad.
- Si la válvula está dañada, será necesario reemplazarla.
6. Expansión térmica y vaso de expansión defectuoso
El vaso de expansión regula la presión del agua dentro del circuito. Si está averiado o pierde aire, la presión de la caldera puede bajar de manera recurrente.
Solución:
- Comprueba si el vaso de expansión está en buen estado.
- Un técnico puede revisar la presión del vaso y recargarlo si es necesario.
Cómo solucionar la pérdida de presión en la caldera
Si tu caldera pierde presión constantemente, sigue estos pasos para identificar y solucionar el problema:
- Verifica el manómetro: Si la presión está por debajo de 1 bar, necesitas aumentarla.
- Llena la caldera: Abre la llave de llenado y deja entrar agua hasta alcanzar la presión recomendada. Luego, cierra la llave.
- Observa si la presión vuelve a bajar: Si la presión sigue descendiendo en las siguientes horas o días, hay un problema en el sistema.
- Revisa radiadores y tuberías: Busca posibles fugas o zonas húmedas en el circuito de calefacción.
- Purgar radiadores: Elimina el aire atrapado en los radiadores y comprueba si la presión se estabiliza.
- Cierra las llaves de la calefacción y revisa la presión:
Si sigue bajando, la fuga está dentro de la caldera.
Si se mantiene estable, la fuga está en el circuito de calefacción.
- Consulta con un técnico si es necesario: Si no encuentras la causa del problema, es recomendable contactar con un profesional para una revisión completa.
Prevención: la importancia del mantenimiento de la caldera
Para evitar problemas de presión en la caldera, es fundamental realizar un mantenimiento periódico. Algunas recomendaciones incluyen:
- Revisar la presión regularmente y ajustarla si es necesario.
- Purgar los radiadores al menos una vez al año.
- Comprobar que no haya fugas en el circuito de calefacción.
- Programar una revisión anual con un técnico especializado para garantizar el correcto funcionamiento del sistema.
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