Las personas en España estamos tan acostumbradas a tener muchas comodidades que a veces no somos conscientes de lo mucho que dependemos de ellas. ¿Qué haríamos sin agua caliente en nuestras casas? ¿Podríamos bañarnos en invierno con agua fría? ¿Y qué tal no poder encender la calefacción cuando tenemos los pies fríos y no conseguimos dormirnos?

Las calderas viven en nuestras casas dentro de una despensa o en nuestro patio interior, siempre ahí sola y en silencio, nos olvidamos de que está ahí hasta que deja de funcionar.

Estas máquinas tienen una vida útil de aproximadamente 15 años si se cuidan bien, así que es importante cuidarlas para evitar quedarnos privados de sus beneficios y tener que invertir en una nueva. Pero es inevitable que pasado el tiempo el aparato llegue al fin de su funcionamiento.

Será entonces cuando haya que plantearse instalar una nueva. O tal vez solamente te interese renovarla por cualquier otro motivo. En cualquier caso, hoy vamos a aclarar cuándo es la mejor época para hacer una instalación de caldera.

¿Cuándo cambiamos la caldera?

Por algunas cuestiones, se considera que el mejor momento para instalar una caldera es el verano. Los meses más calientes son idóneos para llevar a cabo este trabajo. Aunque si el motivo de la instalación, es una avería irreversible o algún daño que no vale la pena reparar, habrá que hacer la sustitución cuánto antes si dependemos de los servicios que la máquina nos provee.

Se dice que una de las razones por las cuales la época de verano es la mejor para instalar una caldera, es que salen ofertas de este tipo de productos y aprovechándolas se puede ahorrar algo de dinero. Esto no es una cosa que se pueda garantizar, ya que no estamos hablando de la temporada pasada de una línea de moda. Es probable que en algún momento se lancen ofertas, pero esto es algo que puede suceder en cualquier momento del año.

Por eso vamos a centrarnos en los motivos reales por los que los meses estivales son los mejores para instalar una caldera.

¿Por qué instalar la caldera en verano?

Los servicios que nos regalan las calderas son más necesarios en los meses fríos que durante la temporada de calor, de manera que es más fácil prescindir de ellos durante el período caliente.

Las dos razones de peso para afirmar que el verano es el momento perfecto son:

  • Menor necesidad de los servicios: Aunque la instalación de una caldera puede durar entre 5 y 6 horas, podría ocurrir cualquier contratiempo, y si eso sucediera, sería mejor que fuese cuando la temperatura es alta y agradable, ya que quedaríamos desprovistos de agua caliente sanitaria y calefacción.
  • Mayor disponibilidad de instalación: muchas personas durante los meses cálidos se despreocupan del estado de sus calderas, tal vez porque veranean en una segunda vivienda, o viajan, etc. Y no es hasta entrando ya el frío que se interesan por instalar o reemplazar la caldera.

Esto hace que la demanda crezca potencialmente y los instaladores acaben por tener su agenda saturada, lo cual implica que se forme una cola de espera que en ocasiones puede superar el mes.

En verano son menos las personas que solicitan este tipo de trabajo, y las que lo hacen tienen más margen para programar la instalación en una fecha que sea adecuada para su rutina y sus horarios. Esto supone una gran ventaja, ya que garantiza que el trabajo se realice en un momento concreto que se haya acordado previamente con el cliente por su comodidad.

Es obvio que cuando tenemos margen para organizar nuestros compromisos todo fluye mucho mejor y estamos más preparados para afrontar cualquier contratiempo. Simplemente lo ideal es planificar con tiempo nuestros proyectos para asegurarnos de que cuando llegue la hora de la verdad, estemos listos.