Cuando hablamos de la instalación de una caldera, nos referimos a desmontar la que tenemos actualmente, por el montaje de una nueva o simplemente una instalación desde cero. Para la manipulación de la máquina, es necesario disponer de la homologación para gases combustibles y estar dado de alta como instalador.
Las calderas de gas actuales son calderas de condensación, dependiendo del modelo y la marca de caldera, tendrá unas características u otras. Aquí explicamos todos los detalles que componen la instalación.
Tuberías: En la parte inferior de la caldera, tenemos dos tuberías de agua, entrada de agua fría y salida de agua caliente. La tubería de retorno, en este caso, de calefacción y de impulsión de calefacción. Por otro lado, tenemos la tubería del gas. El material que lo compone normalmente es cobre o plástico multicapa, dependiendo de las necesidades de la vivienda, se pueden adaptar otros materiales. Cuanto más distancia haya desde el aparato hasta las salidas de agua, más trabajo se necesitará y mayor será el precio de la instalación. La tubería de gas debe estar en perfectas condiciones, para poder adaptarse a la presión y caudal que necesitan las calderas de gas. Esto consiste en el reemplazo de las tuberías viejas por unas nuevas.
Productos condensados: La salida de productos condensados se suele llamar salida de humos, actualmente todas las calderas vienen ya con un kit de instalación. Está compuesta por un tubo, en forma de codo, y otro tubo llamado terminal, que sirve para salir al exterior del domicilio, dependiendo de la marca, tiene unas medidas u otras. Lo más común es que la salida de humos sea un poco más compleja por la ubicación de la caldera. Cuando la caldera está ubicada junto a una fachada exterior, es bastante fácil el cambio. Por el contrario, no es igual de sencillo si la ubicación es en el interior del edificio.
La caldera de condensación hace que la chimenea tenga un requerimiento especial. El vapor que suelta la caldera, sale por la chimenea a una alta temperatura y a lo largo del recorrido, el vapor se va condensando transformándose en agua caliente. La inclinación de la chimenea hace que retorne el calor de la caldera y ayuda a seguir produciendo agua caliente para la calefacción.
Conclusión
En definitiva, las calderas nos aportan varias ventajas que nos permiten poder disfrutar de facilidades y comodidades. En cuanto a la instalación siempre se recomienda ponernos en manos de un profesional.