Si estás pensando en comprar un aire acondicionado para tu casa o tu oficina, es posible que te preguntes si puedes instalarlo tú mismo sin necesidad de contratar a un profesional. La respuesta corta es: no, no puedes. La instalación de un aire acondicionado requiere de conocimientos técnicos, herramientas específicas y cumplir con una serie de normativas legales y ambientales. Además, si lo haces mal, puedes causar daños al equipo, a tu propiedad o a tu salud. Por eso, lo más recomendable es que dejes este trabajo en manos de un instalador profesional autorizado que te garantice un trabajo seguro y de calidad.
En este artículo te explicamos por qué no debes instalar un aire acondicionado sin ser instalador y qué ventajas tiene contratar a un profesional.
¿Por qué no debes instalar un aire acondicionado sin ser instalador?
Instalar un aire acondicionado no es tan sencillo como colgar un cuadro o montar un mueble. Se trata de un proceso complicado que implica manipular gases refrigerantes, hacer conexiones eléctricas, perforar paredes y ajustar tuberías y cables. Estas son algunas de las razones por las que no debes intentar hacerlo tú mismo:
- Certificación oficial para manipular gases refrigerantes. Estos gases son potencialmente peligrosos para el medio ambiente y la salud humana, por lo que su uso está regulado por la ley. Solo los instaladores autorizados pueden comprar, transportar y manipular estos gases, y deben hacerlo siguiendo unas normas de seguridad y reciclaje. Si lo haces sin estar autorizado, puedes enfrentarte a multas e incluso a penas de cárcel.
- Herramientas específicas para instalar el aire acondicionado. No basta con tener un taladro y unos tornillos. Para instalar el aire acondicionado necesitas herramientas como una bomba de vacío, un manómetro, un cortatubos, una llave inglesa y una llave dinamométrica. Estas herramientas no son baratas ni fáciles de conseguir, y si no las usas correctamente puedes dañar el equipo o provocar fugas de gas.
- Necesitas conocimientos técnicos para hacer una instalación correcta. No se trata solo de colocar la unidad interior y la exterior en el lugar adecuado. Hay que tener en cuenta factores como la distancia entre ambas unidades, la inclinación de las tuberías, el diámetro de los conductos, el tipo de refrigerante, la potencia eléctrica y el nivel de ruido. Si no haces una instalación correcta, puedes reducir el rendimiento del aire acondicionado, aumentar el consumo energético y acortar su vida útil.
- Garantizar la seguridad de la instalación. El aire acondicionado implica trabajar con electricidad y con gases a alta presión, lo que puede suponer un riesgo para ti y para los demás. Si no haces una instalación segura, puedes provocar cortocircuitos, incendios, explosiones o intoxicaciones. Además, si ocurre algún accidente durante la instalación o después de ella, puedes tener problemas con el seguro o con la garantía del fabricante.
¿Qué ventajas tiene contratar a un instalador profesional?
Como ves, instalar un aire acondicionado sin ser instalador es una mala idea que puede salirte muy cara. Por eso, lo mejor es que confíes en un profesional que te ofrezca las siguientes ventajas:
- Te asesora sobre el tipo y la potencia del aire acondicionado más adecuado para tu espacio y tus necesidades.
- Te hace un presupuesto ajustado y transparente, sin sorpresas ni costes ocultos.
- Te garantiza una instalación rápida, limpia y eficiente, cumpliendo con todas las normativas legales y ambientales.
- Te ofrece una garantía de calidad y un servicio postventa en caso de que surja algún problema o necesites mantenimiento o reparación.
- Te ayuda a ahorrar energía y dinero, optimizando el funcionamiento del aire acondicionado y alargando su vida útil.
En conclusión, instalar un aire acondicionado sin ser instalador es una opción que no te conviene ni a ti ni al medio ambiente. Por eso, te recomendamos que contactes con un instalador profesional que te garantice un servicio de calidad y seguridad. Así podrás disfrutar de un ambiente fresco y confortable sin preocupaciones.